Resumen
En este trabajo se analiza una muestra conformada por cuatro murales teotihuacanos, piezas tempranas caracterizadas por su alto grado de abstracción. Arthur Miller fue el primero en encontrar un discurso común a dichas piezas, que desde entonces han pasado a los catálogos con la denominación de “estructuras arquitectónicas”. A lo largo de estas páginas se plantea una nueva identificación para las escenas representadas, la cual incluye diversas herramientas interpretativas como el análisis iconográfico, el estudio calendárico y algunas prácticas rituales vinculadas con mitos de origen. La propuesta consiste en reconocer las escenas representadas en los murales: ceremonias del final del periodo, actos rituales vinculados con el inicio del tiempo y la renovación calendárica.