Dentro de la amplia gama de obra plástica que existe de los mayas del periodo Clásico
(292-909) sobresale la realizada en piedra debido a la durabilidad de dicho material.
Éste ha permitido una mejor conservación de los monumentos, recuperados entre los
restos de los antiguos núcleos arquitectónicos.1 Esta obra conforma un variado corpus escultórico de estelas, dinteles, tableros,
escaleras jeroglíficas y altares hechos con propósitos religiosos muy específicos,
principalmente para la celebración de ciclos rituales de los gobernantes mayas, quienes
se valieron de los monumentos públicos para transmitir diversas narrativas religiosas.
Debido a la colocación de los monumentos en lugares importantes y destacados, resulta
evidente que el arte público se consideró un medio de encumbramiento social del que
se valieron los gobernantes y grupos de elite para expresar su poder económico y político,
el cual se conseguía -entre otras estrategias- mediante la ostentación de obras realizadas
por artistas creativos, quienes elaboraban esculturas con innovaciones estéticas.
Estos artistas, tallistas y escultores han salido del anonimato desde hace algunas
décadas, cuando su firma se identificó en numerosas piezas cerámicas pintadas y en
algunas estelas, dinteles, tableros y altares.2 En los monumentos públicos, las firmas se colocaron, generalmente, en lugares discretos
pero muy visibles, y son etiquetas de identificación que permiten conocer a algunos
de los innumerables artistas que trabajaron en las antiguas cortes mayas del Clásico
Tardío (600-909).
En este artículo presento un estudio epigráfico de las firmas de los artistas más
destacados que se conservan en algunos monumentos públicos para tratar de definir
el papel real que el escultor desempeñó en la creación de una obra determinada, más
allá del mensaje político y religioso que el comitente que la encargó quería transmitir.
Es importante decir que en este artículo no examino el tema de las escuelas regionales
de tallistas y escultores, el cual requiere un análisis más amplio que rebasa los
objetivos de este ensayo.
Los artistas mayas
Los artistas que trabajaron en las antiguas cortes mayas comenzaron a firmar sus obras
y a ser representados en vasijas cerámicas pintadas a partir del periodo Clásico Tardío,
cuando una apertura social, aún no del todo comprendida, permitió que la escultura
y la pintura dejaran de centrarse en la figura de los k'uhul ajawtaak, "señores sagrados" (gobernantes), y diera cabida a la aparición de actores políticos
y religiosos secundarios de los señoríos, como reinas consortes, sacerdotes y jefes
militares destacados.3 Esta apertura ha legado una serie importante de representaciones visuales de los
antiguos escribas y artífices mayas.4
Como se sabe por evidencia jeroglífica reciente, los artistas mayas también desempeñaron
tareas políticas y ceremoniales al interior de los señoríos,5 pues algunos de ellos ostentaron el título de ajk'uhu'n, "venerador" o "adorador",6 como el escultor del Dintel 4 de Bonampak. Ahora se sabe que este título lo utilizaron,
según Marc U. Zender,7 para los sacerdotes que habitaban en la corte, poseedores de códices y quienes se
encargaban de realizar rituales de invocación y propiciación de deidades. Además de
ajk'uhu'n, los artistas también presentan en sus cláusulas nominales los títulos de ajtz'ihb', "pintor" -literalmente "el de la pintura"-, itz'aat,8 "sabio" y miyaatz, "letrado".9
Las firmas de artistas se han identificado en textos jeroglíficos contenidos en piezas
cerámicas pintadas, donde se encuentra la expresión utz'ihb'a, "lo pintó", seguida del nombre de quien había realizado la obra, como en el caso
del vaso K1599: utz'ihb'a Ahkan Suutz', "Ahkan Suutz' lo pintó". Las firmas fueron un medio de encumbramiento social que
dotó al artista, y a la misma pieza creada, de un estatus mayor, como ocurrió, por
ejemplo, con las obras realizadas por el pintor Tub'al Ajaw.10
A su vez las firmas en cerámica revelan que algunos pintores formaron parte de la
nobleza y la aristocracia mayas, pues en algunos casos, estas firmas incluyen los
títulos y ascendencia del pintor, como ocurre en la vasija K635 elaborada por el itz'aat ("sabio") Ajmaxam,11 hijo de la señora "Concha Estrella" de Yaxha' y del gobernante K'ahk' Ukalaw Chan
Chaahk, quien reinó en el señorío de Naranjo entre los años 755 y 780. La firma de
Ajmaxam, colocada en el borde inferior de los jeroglíficos, resulta excepcional, pues
es inusualmente larga, algo que evidencia la destacada identidad personal de Ajmaxam
como artista y su notorio papel dentro de la producción artística de la corte de Naranjo.
Escultores y tallistas
En 1986, David S. Stuart identificó la cláusula introductoria de la firma de escultores
en algunos monumentos de piedra.12 Dicha cláusula se construye, generalmente, con los fonogramas yu, xu y lu, que forman la palabra yuxul, "su escultura", un sustantivo derivado del verbo transitivo uxul, "esgrafiar" o, más extensamente "esculpir, tallar". También se ha identificado el
título anaab', "escultor",13 en algunos monumentos.14
La única representación de un escultor maya que hay hasta el momento se encuentra
en el Panel Emiliano Zapata (fig. 1), elaborado a principios del siglo VIII.15 El escultor talla un monumento identificado como k'antuun, "piedra preciosa", término utilizado por los mayas para referirse a las esculturas
labradas en piedra. Para la talla utiliza lo que parece ser una herramienta fabricada
a partir de colmillos o garras de pecarí.16 Los jeroglíficos ubicados por encima de la mano del artista hablan de la creación
de la obra, pues señalan que "la espalda de la piedra preciosa [escultura] 7 Ajaw
entonces fue esculpida".
1.
Panel Emiliano Zapata que representa a un escultor maya del periodo Clásico tallando
un monumento denominado k'antuun, "piedra preciosa". Dibujo: Linda Schele. The Linda Schele Drawings Collection, 2000

© David Schele. www.famsi.org/research/schele/
CopyrightDavid Schele
Tenemos otros monumentos que denotan al escultor de una obra en piedra. Esta identificación
se da no mediante una firma, sino por medio de la expresión chehe'n, "así dice", como en el Tablero 9 de Ceibal, último panel jeroglífico de una serie
de nueve tableros colocados en los escalones de la Estructura A-14 erigidos en el
año 751.17 Al final del texto (donde se narran una serie de acontecimientos políticos y rituales
protagonizados por los gobernantes de Ceibal y Dos Pilas) se lee chehe'n ti yuxul Na'm Ajpulu'm: "así dice en la escultura de Na'm, el de Pulu'm".
Otra referencia interesante a un escultor se encuentra en la Piedra Labrada 5 de Bonampak
(fig. 2), una escultura tallada entre los años 642 y 648.18 Este monumento presenta una larga inscripción jeroglífica que forma dos textos independientes,
característica señalada por los tallistas por medio de la diferencia de tamaño entre
la columna inicial (que comienza en la parte superior izquierda) y la secundaria,
colocada a la izquierda debajo de los jeroglíficos más grandes y que continúa hasta
el texto inscrito bajo el personaje principal, sentado en un trono a la derecha de
la imagen. Esta inscripción secundaria señala que tanto el escultor y ch'aho'm, como el señor de Usiij Witz [Bonampak]19 fueron llamados a la presencia de Yaxuun B'ahlam, gobernante de Yaxchilán. El hecho
de que el escultor -en esta inscripción denominado anaab'- ostente el título de ch'aho'm, un título común de los gobernantes mayas y otros personajes destacados de los señoríos,
señala que algunos escultores y tallistas (muy probablemente los maestros escultores)
ocuparon un lugar prominente dentro del estamento social del periodo Clásico Tardío.
2.
Piedra Labrada 5 de Bonampak. El texto jeroglífico colocado en el trono a la derecha
de la imagen nombra al escultor. Tomado de Wayeb Drawing Archive

© Alexandre Safronov http://www.wayeb.org/drawings/bpk_msc_05.png
CopyrightAlexandre Safronov
Las firmas registradas en monumentos
Como señalé anteriormente, la escultura pública entre los mayas prehispánicos se utilizó
como el medio por excelencia para expresar el poder religioso y político del gobernante,
pero también para afirmar su poderío social y económico. Este afán ha legado monumentos
excepcionales que presentan innovaciones artísticas que no rompieron con los cánones
religiosos y políticos firmemente establecidos, algo posible de constatar en los textos
jeroglíficos registrados, los cuales señalan que las esculturas no dejaron de verse
como vehículos narrativos de temas religiosos. Las innovaciones se restringieron a
la imagen representada en el monumento, donde algunos escultores y tallistas pudieron
plasmar su capacidad de creación personal de formas.
Una de las firmas más tempranas que existen en una escultura pública procede del núcleo
arquitectónico de Arroyo de Piedra, un señorío ubicado en la región Petexbatún, Guatemala.
La firma se talló en el frente de la Estela 1, un monumento creado para conmemorar
la fecha de finales del periodo 9.9.0.0.0, 3 Ajaw 3 Zotz', 9 de mayo de 613.20 A pesar de que el corpus escultórico de Arroyo de Piedra es muy limitado y casi todas
las estelas tempranas se encuentran fragmentadas, se puede decir que la Estela 1 presentó
por primera vez, en esa región, a un gobernante de Tamarindito/Arroyo de Piedra como
la personificación de una deidad, en este caso el dios Remero Espina de Raya.21 Otra innovación estética en la región Petexbatún, evidente en este monumento, se
encuentra en la parte inferior de la escultura, donde se representa el topónimo de
la entidad política de Tamarindito, una convención artística que con el tiempo se
volvió común en todas las estelas creadas por los gobernantes de los distintos señoríos
del Petexbatún. La firma de la Estela 1, conformada por nueve cartuchos jeroglíficos,
señala que "es la escultura del joven Chijwitz, Ixiim Peet Ajaw, [...] así se dice".
Contemporáneo a esta escultura es el monumento denominado Piedra Labrada 4 de Bonampak
(fig. 3). Aunque el texto jeroglífico sólo registra fechas a partir de ruedas del calendario,
por el estilo caligráfico se ha ubicado entre 600 y 614.22 Se encontró en la escalinata principal del Edificio 8 y se cree que originalmente
estuvo adosada a una de las paredes de dicha estructura, a manera de panel o tablero.
El texto jeroglífico ocupa casi toda la superficie de la escultura, la cual enmarca
a dos personajes: el de la izquierda identificado como Yajaw Chan Muwaan, gobernante
del señorío de Xukalnaah, en la región del Usumacinta. Éste se encuentra arrodillado
frente a un señor más poderoso sentado en un trono de piel de jaguar: el gobernante
Itzamnaah Kokaaj B'ahlam de Yaxchilán. Aunque la conservación del panel en general
es muy buena, no ocurre lo mismo con el pequeño texto jeroglífico, colocado en la
parte inferior del trono de Itzamnaah Kokaaj B'ahlam, donde se registró la firma del
escultor del panel, de la cual únicamente se lee la expresión introductoria yuxul, "su escultura". El nombre del escultor, quizá sus títulos y procedencia, no se
han conservado.
3.
Piedra Labrada 5 de Bonampak. El texto jeroglífico colocado en el trono a la derecha
de la imagen nombra al escultor. Tomado de Wayeb Drawing Archive

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CopyrightAlexandre Safronov
Más de medio siglo después, en el señorío de Piedras Negras, Guatemala, se vuelven
a encontrar firmas de artistas en un monumento público.23 Se registraron en la Estela 6, realizada durante el reinado de K'ihnich Yo'nal Ahk
II (687-729).24 Esta escultura (fig. 4), erigida el 11 de abril de 687,25 es la primera de muchas estelas-nicho creadas en Piedras Negras, una innovación artística en los monumentos del sitio que
con el tiempo se volvió muy popular entre los artesanos de Piedras Negras. En el frente
de la estela encontramos siete firmas distintas. Para Nikolai Grube, la ubicación
de las firmas de los escultores no es casual, pues señalan la parte del monumento
que fue creado por el artista que firma esa sección. Aunque esta propuesta es interesante,
no se cuenta con otros datos que la confirmen.26 No obstante, las siete firmas que presenta la Estela 6 evidencian que varios escultores
trabajaron de forma conjunta en la creación de esculturas públicas. Los nombres de
los tallistas son Suutz', Ajho'tuun Joy B'ahlam, Chanal Le'm, K'awiil, Sakpaach K'uk'
Uhxb'aah, Sak B'ahlam y uno no identificado.
4. a)
Frente de la Estela 6 de Piedras Negras, la primera estela-nicho creada en el sitio.
Tomada de The John Montgomery Drawings Collection

D.R. © 2000 John Montgomery. http://research.famsi.org/uploads/montgomery/hires/jm05267pnst06fr.jpg
Copyright2000, John Montgomery
4b)
Aquí se presentan las firmas de artistas que se registraron en el monumento; a) C1-E1:
Suutz'; b) I1-I3: Ajho'tuun Joy B'ahlam; c) J1-J4: Chanal Le'm: d) K1-M1=: K'awiil;
e) N1-Q1: Sakpaach K'uk Uhxb'aah; f) R1-T1: Sak B'ahlam. Tomados de The John Montgomery Drawings Collection

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Muy cerca de la ciudad de Piedras Negras se encuentra el señorío de Yaxchilán, un
sitio ubicado en el margen izquierdo del río Usumacinta. Desde finales del siglo VII
Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II gobernó la ciudad. Durante su reinado -que duró más de
60 años según los documentos del sitio- se erigieron numerosas estructuras en la zona
central de Yaxchilán y se realizaron varios monumentos públicos,27 los cuales inauguraron una imaginería muy particular en la narrativa visual de este
gobernante. El corpus escultórico de Yaxchilán presenta una gran cantidad de dinteles
de piedra labrados que se adosaron a diversas estructuras, una práctica que se remonta
a los primeros gobernantes del sitio. Sin embargo, antes de la entronización de Itzamnaah
Kokaaj B'ahlam II (en el año 681), los dinteles presentan únicamente textos jeroglíficos
que relatan diversos acontecimientos políticos y religiosos de los mandatarios. Como
se verá, los escultores que trabajaron para Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II introdujeron
innovaciones artísticas que produjeron monumentos excepcionales en Yaxchilán y en
toda la zona maya del periodo Clásico.
Los primeros monumentos esculpidos durante el reinado de Itzamnaah Kokaaj B'ahlam
II se realizaron en lajas de piedra colocadas como dinteles en los tres vanos de
acceso de la Estructura 44, y corresponden a los dinteles 44, 45 y 46. Estas esculturas
tienen imágenes de Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II sometiendo a diversos cautivos. Dos
de estos dinteles, el 45 y el 46, presentan firma de artistas. En el Dintel 45, que
lleva la fecha 22 de febrero de 681, está escrito "es la escultura de Ju'nwitzil Chaahk,
el joven Chakjalte''. Mientras que en el 46, fechado el 14 de noviembre de 713, dice
"es la escultura de Tz'ihb'aal Chaahk. [Él es] el escultor del ch'aho'm [del dios] Chaahk, señor sagrado de Pa'chan [Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II], la cabeza
de la tierra". Para Carolyn Tate, este escultor también participó en la creación
de la Estela 12 de Yaxchilán,28 un monumento que no cuenta con firma de artista.
Algunos años después, los escultores y arquitectos de Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II
emprendieron la construcción y decoración de la Estructura 23, un edificio identificado
como la casa de la señora K'ab'al Xook, esposa principal del gobernante, que también
sirvió como mausoleo para ambos personajes.29 Cuatro de los cinco vanos de acceso de la estructura presentan dinteles de piedra
labrados. Los que se colocaron en las entradas que miran a la Plaza Principal presentan
breves textos jeroglíficos e imágenes excepcionales de la realeza de Yaxchilán, considerados
obras maestras de la civilización maya.
Los dinteles 24, 25 y 26, creados alrededor del año 725, se diseñaron para que la
inscripción en el canto formara parte de la fachada del edificio, mientras que el
frente sólo podía apreciarse al entrar en los cuartos de la estructura. Estos tres
dinteles tienen una secuencia visual30 que ilustra tres rituales donde participan Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II y la señora
K'ab'al Xook, pero sólo el 24 y 26 tienen firma de artista.
En el Dintel 24 la firma del escultor está colocada discretamente y en bajorrelieve
en la parte inferior izquierda de la imagen: "la escultura de Aj Chaahkil Anal se
levantó". En el Dintel 26, la firma del artista presenta una frase completa de dedicación
del monumento, pues se inicia con una fecha en rueda de calendario y le sigue el verbo
t'ab', "ascender, levantarse", común de las fórmulas dedicatorias de piezas cerámicas.31 Así, la firma se leería de la siguiente forma: "el 8 de febrero de 724, la escultura
de K'awiil Chaahk Ajsak Ook se levantó". Dato que señala que el escultor fue extranjero,
y evidencia que el poderío de Yaxchilán durante el reinado de Itzamnaah Kokaaj B'ahlam
II se extendió por una gran parte de la región del Usumacinta.
Estos dinteles (44, 45, 46, 24, 25 y 26) desarrollaron la idea narrativa en las puertas
de las estructuras 44 y 23 de varios eventos bélicos, políticos y religiosos de la
pareja real de Yaxchilán. Su calidad artística e innovación estética -pues los dinteles
de Yaxchilán anteriores a Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II no presentan imágenes- crearon
un patrón de fórmulas que sucesivos tallistas del señorío imitaron, quienes, a pesar
de poseer técnicas escultóricas muy destacadas, no pudieron igualar la calidad de
los escultores que trabajaron para Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II.32
Algunos años después de que se realizaran los dinteles del Edificio 23 de Yaxchilán,
en la gran urbe de Calakmul, Campeche, el gobernante Yuhkno'm Took' K'awiil (702-731)33 ordenó la creación de dos monumentos excepcionales: las estelas 1 y 51. La primera
con la figura de una de las esposas de Yuhkno'm Took' K'awiil junto a un enano que
se desempeñó como ayudante ritual. La mala conservación de la piedra en que se talló
esta escultura ha ocasionado que algunas de las firmas de artistas se hayan perdido.
Sin embargo, se pueden identificar con seguridad ocho rúbricas de escultores colocadas
en diversos lugares, como en el escudo rodela que sostiene la reina consorte en la
mano izquierda.
Por otro lado, la Estela 51, que conmemora la fecha de final de periodo 9.15.0.0.0
(año 731), se elaboró en una piedra no tan porosa como las usadas comúnmente en Calakmul,
lo cual ha permitido una conservación excelente de la imagen y los textos jeroglíficos.
La escultura muestra la representación del gobernante Yuhkno'm Took' K'awiil; los
jeroglíficos tallados en altorrelieve refieren la fecha, nombre y títulos del gobernante,
mientras que los signos tallados en bajorrelieve, colocados frente al rostro del mandatario,
señalan el nombre de los dos escultores de la estela. Uno de ellos es Sak Ikin,34 un tallista que llevó el título k'uhul chatahn winik, "persona sagrada de Chatahn". Los artistas que ostentaron este título fueron, durante
este periodo, los mejores escultores y pintores, y muy posiblemente súbditos de los
señores del Reino de la Serpiente durante el siglo VIII.35 Esto podría explicar por qué el gobernante Yuhkno'm Took' K'awiil comisionó a Sak
Ikin para realizar la Estela 51, una escultura que constituye una innovación artística
en el tallado en altorrelieve sin precedentes en Calakmul, un monumento excepcional
y sin duda alguna uno de los más bellos conservados de este señorío.
Una escultura de procedencia desconocida, creada probablemente en las primeras décadas
del siglo VIII, cuenta con dos firmas de artistas. La estela muestra la imagen de
la señora Ook Ahiin de un sitio identificado como Yomop; los jeroglíficos tallados
frente a su rostro, en altorrelieve, proporcionan su nombre y títulos. Los dos largos
textos jeroglíficos realizados en bajorrelieve, colocados en las orillas de la estela,
corresponden a dos firmas de escultores. La inscripción de la izquierda señala que
"es la escultura de 4 Ajaw, el de Uhxte' K'uh, el escultor de la señora Ook Ahiin,
señora cabeza de la tierra". Para algunos investigadores, este escultor, llamado 4
Ajaw, está representado en el tablero sur del Templo XIX de Palenque.36 La firma del lado derecho señala el nombre de otro tallista, quien es "el escultor
de Ajyul K'inich Winikhaab', el venerador/adorador, el artista". A pesar de lo largas
que son estas firmas, la parte que menciona a los escultores es muy breve, y sólo
se limita a señalar su nombre y a decir que son los escultores (yanaab'il) de personajes importantes: de la señora Ook Ahiin y de un sacerdote (ajk'uh'n) y sabio (itz'aat) destacado, llamado Ajyul K'inich Winikhaab'.
Durante la segunda mitad del siglo VIII se encuentran en Piedras Negras varias esculturas
firmadas. La Estela 14, un monumento realizado para celebrar la fecha 9.16.10.0.0
(año 761), presenta al gobernante Yo'nal Ahk III de frente y sentado en un trono.
La estela se ejecutó en el estilo nicho inaugurado en el siglo VII, con los escultores
que tallaron la Estela 6 en el año 687. Las firmas, seis en total, se ubican al frente
del monumento (fig. 5). Entre ellas hay una colocada en el trono del gobernante, en una posición superior
respecto a las otras que podría indicar un estatus mayor. La firma corresponde a un
escultor llamado Koto'l Tz'ihb' Pol, quien también trabajó en las esculturas del sucesor
de Yo'nal Ahk III, y ostentó el título de escultor pol, el cual puede traducirse como "cortador de piedras".37
5.
Frente de la Estela 14 que presenta seis firmas de artistas. Tomada de The John Montgomery Drawings Collection.

D.R. © 2000 John Montgomery.
Copyright2000, John Montgomery
La Estela 14 añade una innovación artística en el canon de representación, pues no
sólo aparece el gobernante Yo'nal Ahk III, sino también una mujer, la reina consorte,
en un primer plano, de pie, con el cuerpo de perfil y el rostro elevado mirando al
mandatario. A pesar de que ambos personajes no se superponen en la escena, la figura
de la mujer es más llamativa en la escultura, como si quisiera señalarse que ella
es la verdadera protagonista del monumento.
Diez años después, en 771, el sucesor de Yo'nal Ahk III, el gobernante Ha'k'in Xook,
mandó erigir la Estela 13 (fig. 6) para celebrar la fecha de final del periodo 9.17.0.0.0. Al frente de la estela,
donde se ve la representación de Ha'k'in Xook, aparecen tres firmas, entre ellas está
nuevamente la de Koto'l Tz'ihb' Pol, escultor y cortador de piedras del anterior gobernante
que trabajó en la Estela 14, y Yajaw Kalo'mte', tallista que también esculpió para
el Gobernante 7. La Estela 13 es un monumento atípico en Piedras Negras, no sólo por
la colocación de las firmas de los escultores, sino también por la imagen del gobernante
quien, representado de pie, con el cuerpo de frente y el rostro de perfil, realiza
el rito de tirar incienso (choko'w ch'aaj) y sostiene con la mano izquierda una bolsa de copal con la fecha 13 Ajaw. Aunque
este tipo de imagen del gobernante es muy común en la escultura pública maya del periodo
Clásico Tardío, es casi un ejemplo único en Piedras Negras, que no se repite durante
los reinados de los sucesores de Ha'k'in Xook.
6.
Frente de la Estela 13 con las tres firmas de los escultores. Tomada de The John Montgomery
Drawings Collection

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De vuelta al señorío de Bonampak, que presenta esculturas con firmas de artistas desde
principios del siglo VII. Durante la segunda mitad del siglo VIII, con el reinado
de Yajaw Chan Muwaan II, Bonampak vive un resurgimiento político muy ligado a Yaxchilán.
Este sitio, a pesar de no contar con firmas de escultores en sus monumentos desde
la muerte de Itzamnaah Kokaaj B'ahlam II, seguía manteniendo un estamento de escultores
y artífices destacados. A este cuerpo se le envió a Bonampak para realizar estelas
y dinteles que representan a los gobernantes de ambos señoríos -como los dinteles
de piedra 1 y 2 adosados en los vanos de acceso del Edificio 1, los cuales muestran
a los mandatarios en escenas de sometimiento y captura de prisioneros, un estilo muy
particular de Yaxchilán que se inició con los escultores de Itzamnaah Kokaaj B'ahlam
II. Aunque los nombres y títulos de los tallistas de estos dinteles no son legibles
en la actualidad, es de suponer que pertenecían a Yaxchilán tanto por el estilo como
por la firma que sí se conserva en la Estela 1 de Bonampak. Ahí se señala que la estela
es de la autoría del escultor (yanaab'il) del señor sagrado de Pa'chan, es decir, el escultor del gobernante Chelte' Chan
K'inich de Yaxchilán.
Otro monumento con firma y que muestra al gobernante Chelte' Chan K'inich es el Dintel
1 de Laxtunich (fig. 7), con fecha 22 de agosto de 783. Se trata de una escena palaciega (poco común en
monumentos de piedra) y una interesante alteración en el orden tradicional de representación,
pues el personaje principal, el gobernante de Yaxchilán, se encuentra sentado en un
trono a la izquierda de la imagen y no a la derecha. En la parte superior del dintel
se aprecian las cortinas enrolladas propias de espacios interiores. El personaje colocado
a la derecha -posición privilegiada dentro de los cánones estéticos mayas- se identifica
en el texto central (ubicado frente al rostro del gobernante) como Ajchak Maax. Éste
le entrega a Chelte' Chan K'inich tres prisioneros de guerra identificados con pequeñas
cláusulas jeroglíficas. Debajo del brazo derecho de Ajchak Maax está, tallada en bajorrelieve,
la firma del artista: "es la escultura de Mayuy Ti'..., el de K'ihna'', es decir,
el tallista Mayuy estuvo relacionado de alguna manera con el señorío de Piedras Negras,
pues K'ihna' es un nombre asociado -de forma que aún no queda clara- a este sitio.
La escena palaciega del dintel de Laxtunich, aunque es poco común en esculturas públicas
mayas, es parte de una tradición artística de los escultores de Piedras Negras, quienes
crearon ejemplos destacados de este tipo de escenas en monumentos de piedra, como
la que vemos en el Tablero 3, del año 749.
7.
Panel de Laxtunich. La firma del escultor de Piedras Negras se ubica debajo del brazo
derecho de Ajchak Maax. Tomado de The John Montgomery Drawings Collection

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Algunas décadas antes de que la ciudad de Piedras Negras colapsara, el Gobernante
7, que inició su reinado en el año 781,38 comisionó la creación de dos esculturas excepcionales: las estelas 12 y 15. La Estela
15 (fig. 8), erigida en el año 785, es el primer monumento del Gobernante 7. Realizado en piedra
caliza, muestra la representación de cuerpo completo del personaje en una técnica
tridimensional. En el frente de la estela se ve al mandatario de pie, sosteniendo
en la mano izquierda una bolsa de copal con la fecha 5 Ajaw. En el lado derecho de
su cuerpo, talladas en bajorrelieve, se distinguen firmas de artistas que nombran
a los escultores Chan Ch'ok Wahyib' Xook, Ho'chante' Chaahk y Ju'n Nat Omootz. Este
último ostenta los títulos ajb'ik'iil y ajuxul, "el maestro",39 "el tallista, el escultor", los cuales, junto con el de pol, "cortador de piedras", señalan que entre los escultores hubo conciencia de clase,
así como una formación técnica.
8.
Frente de la Estela 15 de Piedras Negras. Las firmas de los escultores se ubican
a la derecha de la imagen. Tomada de The John Montgomery Drawings Collection

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Diez años después, en el año 795, los escultores del Gobernante 7 (algunos de ellos
también tallistas del mandatario anterior, Ha'k'in Xook) crearon una de las estelas
más bellas conservadas del área maya en general, y que es una de las reliquias del
Museo de Arqueología y Etnología de Guatemala: la Estela 12 (fig. 9). Tallada por los cuatro lados, sólo el frente presenta la imagen de varios personajes,
mientras que la espalda y los lados muestran largos textos jeroglíficos que relatan,
entre otras cosas, una guerra contra el señorío de Pomoná. En la parte superior de
la escena, en un lugar claramente privilegiado que denota su protagonismo, se encuentra
el Gobernante 7 en una posición sorprendentemente relajada, pues está sentado en un
trono con la pierna izquierda flexionada y la derecha colgando del trono. Se inclina
hacia abajo para mirar a sus dos jefes militares (colocados en los dos extremos de
la estela) y a varios cautivos atados. Los pequeños textos jeroglíficos son etiquetas
que identifican a los guerreros del Gobernante 7, a los cautivos y a los escultores
de la estela. Son ocho las firmas de los artistas, las cuales mencionan a los escultores
Ju'n Nat Omootz, Waajnal Chaak, K'ihn Lakam Chaahk, Ch'ok Ik'ij?, Yajaw Kalo'mte'
y a otros tres tallistas, dos de los cuales ostentan el título pol, "cortador de piedras". Los escultores Ju'n Nat Omootz, Waajnal Chaak, K'ihn Lakam
Chaahk agregaron a sus firmas el título ajb'ik'iil, "el maestro", señalando, probablemente, que ellos fueron los tallistas y creadores
principales de la Estela 12.
9a)
Frente de la Estela 12 de Piedras Negras. Tomada de The John Montgomery Drawings Collection.

D.R. © 2000 John Montgomery. http://research.famsi.org/uploads/montgomery/hires/jm05349pnst12fr.jpg
Copyright2000, John Montgomery
9b)
Firmas de los artistas, escultores y tallistas que trabajaron en la confección de
la estela: a) 1-4= Ju'n Nat Omootz; b) 9-12= Waajnal Chaak; c) 15-18= K'ihn Lakam
CHaahk; e) 24-26=Ch'ok Ik'ij?; f) 27-29= Yajaw Kalo'mte'; d) 35-38, y g) 42-44, registran
el nombre de otros tallistas del monumento que ostentaron el título "cortador de piedras".
Tomados de The John Montgomery Drawings Collection.

D.R. © 2000 John Montgomery, JM05330-JM05337.
Copyright2000, John Montgomery, JM05330-JM05337
Muchas décadas después de la Estela 12 de Piedras Negras, en la segunda mitad del
siglo IX, se encontró el último monumento público conocido de la región del río Usumacinta.
Esta escultura, denominada Estela Randell y perteneciente a una colección privada,
se erigió en el año 864 y es una pieza bastante pequeña que muestra un estilo claramente
tardío, tanto en la caligrafía de los jeroglíficos como en el canon de representación
del personaje andante.40 Éste, colocado totalmente de perfil; sostiene en la mano derecha una lanza y en la
izquierda un objeto rectangular que semeja una cesta o un códice. El personaje está
enmarcado por un texto jeroglífico bastante extenso (singular por ser atípico en esa
época tan tardía) con una fecha en cuenta larga, la dedicación y conmemoración del
tallado de la estela, así como otros datos personales y políticos de un militar que
ostentó el título de sajal. Dentro del marco iconográfico de la escultura se encuentran dos inscripciones jeroglíficas
talladas en altorrelieve (a ambos lados del personaje) que forman la firma del artista:
Uchante' Yajaw Ojaw Ch'ok.
La creación de monumentos excepcionales
Como se observa en las esculturas analizadas, los monumentos públicos mayas muestran,
en su gran mayoría, la figura estilizada y estandarizada de la máxima autoridad de
los señoríos, el gobernante, colocados en las plazas y en los recintos de los templos.41 Estas esculturas enfatizan el rango social y político del personaje representado
mediante símbolos o atributos propios de su estatus. Reflejan la imagen oficial del
gobernante y la realeza (parientes cercanos de éste) por medio de un ideal, de un
modelo idealizado del poder político y religioso ostentado por ellos. Es por esta
razón que los monumentos contienen, en su gran mayoría, imágenes de tipo nominativo:
un personaje de pie con elementos que conforman la escena, muy comúnmente prisioneros,
pero también jefes políticos y militares, reinas consortes, herederos, enanos y aves.
Los mayas utilizaron una amplia gama de técnicas escultóricas, como la incisión, el
tallado en alto y bajorrelieve, el bulto redondo y el modelado. Para el periodo Clásico
Temprano (292-600) se encuentran arreglos simples en las esculturas en piedra, con
figuras rígidas e inexpresivas de pie en posición lateral, con los pies sobrepuestos
o uno detrás de otro, donde el escultor evitó las formas tridimensionales y evidenció,
desde épocas tempranas, una marcada preferencia por la técnica del relieve.42
Como en otros objetos mayas, el arte de los monumentos públicos descansa sobre la
línea de contorno.43 Fue un arte naturalista, en el que el ser humano podía autorreconocerse, algo que
se aprecia sobre todo en las representaciones de la figura humana, lo cual ha hecho
pensar a algunos investigadores que el arte maya buscaba, entre otras cosas, una identidad
ontológica entre modelo e imagen, la cual asegurara la pervivencia del gobernante
representado en espacios que van más allá del cuerpo.44 Por supuesto, en este arte naturalista, se aprendieron y heredaron las diversas estrategias
de su confección.45
Debido a que el tema de las obras mayas se centraba en el ser humano, es común encontrar
descripciones de ellas supeditadas a cuestiones políticas. Así, comúnmente se afirma
que el objetivo de los monumentos fue el de impresionar al espectador con el poder
del gobernante, su legitimidad, sus conquistas, sus riquezas y sus lujosos atavíos;46 su función pudo ser la glorificación de los autócratas,47 es decir, el recuento público de las acciones políticas y victorias bélicas del gobernante
y la realeza con el único propósito de legitimarse en el poder. Sin embargo, un estudio
profundo del tema de las esculturas mayas (principalmente de las estelas) realizado
por Stuart,48 ha demostrado que las esculturas y su dedicación fueron fundamentales dentro de las
ceremonias reales, y que las estelas, más que fungir como glorificación política del
gobernante, desempeñaron un papel primordial como participantes activos en el paisaje
religioso.
Los monumentos mayas se concibieron fundamentalmente para registrar y conmemorar determinados
momentos en el tiempo, mismos que fueron el telón de fondo de la dedicación, el nacimiento,
la entronización, la captura de prisioneros, registros de muerte y entierros de diversos
personajes. Mediante la notación de eventos que es posible considerar exclusivamente
históricos, los escribas y escultores no sólo relataron la gloria del gobernante en
turno, también señalaron la interacción de este curso de acontecimientos con el orden
cósmico.49
El hecho de consagrar monumentos en fechas de final del periodo (momentos trascendentales
del calendario maya) muestra que hay una relación directa entre éstos y el calendario:
la colocación de piedras se utilizó para marcar el tiempo, es decir, para representar
y encarnar el tiempo en sí mismo. Por esta razón es que el rito de atadura de piedra
(k'altuun) también se menciona en este complejo ceremonial, pues era complementario a la consagración
y se refería a la práctica religiosa de envolver objetos sagrados, esto último quizá
con el propósito de proteger y contener la esencia divina presente en la escultura.
Estos monumentos, objetos, en la actual concepción, llegaron a adquirir ciertas cualidades sagradas mediante
su asociación con finales del periodo, al tiempo que los soberanos resaltaban su prestigio
presentándose como los poseedores de los mismos.50
Altares, estelas, dinteles y tableros se han recuperado en todos los centros del periodo
Clásico.51 En ellos encontramos una repetición mecánica de fórmulas artísticas las cuales señalan
que sus creadores se dedicaron a reproducir esquemas idénticos del poder real encarnado
en el gobernante, repetidos con infinita monotonía. En mi opinión, sus posturas, gestos
y atavíos evidencian que no se quiso representar una imagen individualizada de gobernantes
particulares, sino un concepto anclado en prototipos fijos, creados por artistas anteriores durante los primeros
siglos de la era cristiana.
A partir del periodo Clásico Tardío, cuando la región de las Tierras Bajas mayas alcanza
su momento de mayor esplendor y se producen obras artísticas muy variadas al interior
de las numerosas capitales, se encuentran algunos monumentos únicos, que rompen con
los cánones artísticos establecidos. Éstos fueron esculturas realizadas por artistas
que se negaron a repetir fórmulas convencionales, por lo cual no sorprende que dichos
monumentos se hayan firmado en la Antigüedad.
Como he mostrado, a pesar de la existencia de firmas en monumentos públicos, éstas
no fueron tan comunes, lo cual señala que la creación artística maya es obra de escultores
anónimos sumidos en el mundo del artesanado, cuyas obras no presentan novedades estéticas,
pero sí un canon repetitivo de fórmulas. En la gran mayoría de los casos, los monumentos
fueron fruto de un sistema ideológico predominantemente religioso, que requirió de
artesanos especializados para desarrollar de manera constante este tipo de esculturas
de modo mecánico, sin una inquietud creadora. No obstante, las escasas firmas de artistas
que hoy conservamos prueban que sí hubo una valoración del artista como tal, el cual
perteneció a esferas políticas, sociales y económicas elevadas, y que se diferenció
de los tallistas y escultores anónimos, quienes trabajaron para encumbrados maestros
y a quienes sólo excepcionalmente se les reconoció en monumentos creados en la época
dorada del arte maya prehispánico.
Como se ha visto, las esculturas del señorío de Piedras Negras son excepcionales en
cuanto a firmas, debido a que se encuentran varias en un solo monumento. Éstas señalan
que los artistas tuvieron conciencia de clase, pues sus títulos denotan no sólo prestigio
personal, sino también la formación intelectual y técnica que cada uno de ellos poseía.
Las firmas de Piedras Negras evidencian un engranaje colectivo de artistas que incluye
pulidores, canteros, tallistas y maestros escultores.
Por otro lado, tampoco es casual que señoríos firmemente establecidos hicieran gala
de artistas, tallistas y escultores dedicados de tiempo completo a la creación artística
real, pues sólo estas capitales, que evidenciaron una corte estable, podían sostener
un estamento importante de escultores cortesanos que trabajaron al servicio real,
algunos de ellos incluso para más de un gobernante, como se ve en los monumentos de
Piedras Negras.
Las esculturas que he presentado muestran que, a pesar de existir un canon estético
bastante estandarizado y repetitivo a lo largo y ancho del territorio maya, se produjeron
obras de arte únicas en diferentes momentos del periodo Clásico Tardío. Estas excepciones,
a mi parecer, señalan que una idea visual se gestó en la mente del artista, quien
no intervino en la confección del texto jeroglífico, sino que sólo pudo plasmar su
idea personal de formas en la iconografía.
Para comprender un poco más esta idea se debe revisar un texto jeroglífico creado
en el señorío de Palenque. Uno de los pasajes contenidos en la larga inscripción del
Tablero de los 96 Bloques Jeroglíficos permite entrever el grado de creatividad que
tuvo un escultor maya de la época prehispánica. Casi al final del texto jeroglífico
-el cual menciona una serie de entronizaciones de diversos gobernantes palencanos-,
se descubre escrito lo siguiente: "al esculpir el tablero, [el artista] pintó los
jeroglíficos. [El artista] lo concibió como lo había ordenado K'ihnich Janaab' Pakal,
señor de cinco k'atuunes".52
Este pasaje señala que los textos contenidos en los monumentos, enfocados principalmente
en temas religiosos, los concebían, ideaban los gobernantes en turno, y no los escultores, quienes, en mi opinión, sí
concibieron y crearon visualmente el mensaje político-religioso que el comitente quería
transmitir. Las esculturas que he analizado en este artículo, todas excepcionales
e innovadoras, todas firmadas, dejan ver que los escultores y tallistas sí tuvieron
injerencia en la imagen plasmada en el monumento. Si se acepta que los escultores
mayas del Clásico Tardío eran los autores intelectuales y materiales de la imagen
contenida en los monumentos, es posible identificarlos como imaginarios o imagineros, un concepto utilizado por Jesús María Parrado del Olmo para los artistas europeos
del siglo XVI. Al asimilar a los escultores mayas como los imagineros del siglo XVI
europeo, señalo que ellos fueron verdaderos autores de imágenes. Parafraseando a Parrado
del Olmo puedo decir que los artistas mayas, en los casos que he presentado en este
ensayo, fueron los inventores de las imágenes "no sólo en un sentido de creador[es]
de temas religiosos, sino también en el origen etimológico de imagen como representación
visual de un concepto".53