Resumen
Examinando la obra de arte, las fuentes de inspiración y la filosofía artística de Alejandro Arango y Javier de la Garza, la autora, en este artículo, demuestra que la subversión es el aspecto clave del así denominado neo-mexicanismo, de moda en los años ochenta. La autora se enfoca en una serie de pinturas contenidas en La conquista de Arango e Inocencia perdida de De la Garza, exhibiciones presentadas en la ciudad de México en la Galería omr a mediados de los años ochenta. Lo que motiva a cada artista al tratamiento particular de un tema común —la conquista— es revelado. La autora plantea cómo las obras de Arango y De la Garza sintetizan construcciones de identidad nacional, y propone que el arte neo-mexicanista no exalta ciegamente, y en cambio en ciertos momentos parodia de manera evidente un nacionalismo oficial que glorifica el pasado indígena al tiempo que ignora la gran presencia indígena privada de derechos civiles.Descargas
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