Resumen
Este artículo profundiza en la relación entre Miguel Cabrera y la Compañía de Jesús a través del análisis del retrato grabado que hizo del jesuita Juan Antonio de Oviedo y de su entorno social. Considera además la posibilidad de que el Miguel Cabrera que aparece como firmante oficial en el Libro de la Congregación de la Limpia Concepción de Nuestra Señora en 1761 sea el famoso pintor novohispano. Tratándose de una de las más prestigiosas congregaciones marianas de los jesuitas, se plantea cómo este tipo de noticias sobre las actividades socio-religiosas de los pintores amplían nuestro conocimiento no sólo de sus carreras sino también de los caminos de la pintura en una época en que se fraguaba un proyecto académico.
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