Resumen
En los años treinta del siglo pasado, el artista mexicano Miguel Covarrubias realizó trabajo de campo en Bali, una isla de las Indias Orientales Neerlandesas. Algunos años antes de su llegada, el gobierno colonial había implementado una política cultural y educativa, conocida como “balinización”, dirigida a la preservación de la cultura balinesa “única” para protegerla de influencias externas como el islam y el nacionalismo. Los esfuerzos de los investigadores-administradores orientalistas holandeses por balinizar a los balineses coincidieron con las actividades creadoras de un grupo de bohemios expatriados de promocionar a Bali y de promocionarse a sí mismos al mundo como esencialmente diferentes. El cosmopolita Covarrubias colaboró de manera importante en la construcción de la imagen romántica del “paraíso” de Bali mediante la elaboración de un registro etnográfico de un mundo que pronto podría desaparecer. Ansioso de registrar la cultura balinesa “pura” participó activamente en el desarrollo de las artes escéni-cas. Covarrubias y sus redes transformaron el baile de barong en un icono cultural.