Resumen
Los estudios relativos a las relaciones entre el suroeste de los Estados Unidos y Mesoamérica suelen prestar poca atención a los grupos que poblaron la Mesoamérica septentrional y que intervinieron directamente en estas relaciones. Trabajos recientes en la Sierra Madre Occidental y en Michoacán permiten dilucidar algunos de los procesos que marcaron la historia de lo que puede llamarse el antiguo Camino de Tierra Adentro. En particular, llevan a reconocer la importancia de Teotihuacan en esta historia norteña, no como metrópoli en expansión, como se había propuesto hasta ahora, sino en el cuadro de la diáspora de su población, a raíz de su destrucción violenta. Estos avances hacen posible un diálogo fructífero con los esfuerzos actuales de estudiosos hopis para confrontar los aportes de la arqueología con su tradición oral que reporta las migraciones de varios de sus clanes desde un lugar de origen llamado Palatkwapi, que podría ser Teotihuacan.