Resumen
Los pintores instalados en América durante el siglo XVI requirieron ciertos materiales o instrumentos de España necesarios para el desarrollo de sus oficios. Su demanda se centró fundamentalmente en los que era difícil obtener en los territorios de ultramar, los que no podían ser sustituidos por productos similares autóctonos o, simplemente, los que imprimían a sus obras una impronta metropolitana. Al igual que todas las mercancías solicitadas por el mercado americano, esos materiales y utensilios se expidieron por las vías del comercio regular, es decir, a través de las flotas que anualmente partían de los muelles a Sevilla y, por ello, su tráfico quedó consignado en los registros de los cargamentos que, con fines fiscales, realizaba la Casa de la Contratación de Indias.Descargas
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