Resumen
En este trabajo se estudia el arte rupestre como uno de los principales ejes de la conformación del paisaje simbólico del valle del alto río Ramos en el norte de Durango, por la cultura chalchihuiteña, alrededor del año 1000 de la era. Se analiza cómo este paisaje simbólico corresponde plenamente a la tradición mesoamericana, participando de muchos de sus simbolismos. Destaca la constatación de un culto a los cerros y de la plasmación de una concepción dual del universo similar a la de las culturas del centro de México en el Posclásico. Se reflexiona sobre los aportes norteños chalchihuiteños al simbolismo religioso mesoamericano del Posclásico.Descargas
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