Resumen
La descripción de las ciudades virreinales en términos de grandes urbes dominadas por un número sorprendente de iglesias y conventos ha sido una imagen visual y literaria recurrente. Un rasgo que, desde finales del siglo XVI, fue motivo de orgullo para propios y sorpresa para los extranjeros. Dentro de este panorama, unos y otros coincidieron en destacar, a lo largo del tiempo, la insoslayable relevancia de los conventos de monjas. El análisis de la estructura de estos edificios permite vislumbrar inmediatamente su enorme gravitación en el espacio social y urbano. Desde diversos puntos de vista, lejos de ser estructuras aisladas ciudades cerradas dentro de la gran ciudad, mantuvieron siempre una relación estrecha, dinámica y abierta con el mundo urbano. Los grandes conjuntos conventuales, así como las riquezas de sus templos, confirieron una importancia pública constante a las monjas, mujeres invisibles que, pese a su aislamiento riguroso, se hacían sentir, entre otras vías, mediante el esplendor arquitectónico de sus edificios. En consecuencia, a partir de la selección de algunos casos puntuales y por medio de la comparación de conjuntos conventuales, este artículo busca reconstruir, destacar e interpretar la presencia de estas instituciones en la estructura urbana de las ciudades virreinales.
Descargas
Los datos de descargas todavía no están disponibles.